El día del fuego, el dios del Infierno y la diosa del fuego tuvieron un hijo, a
quien llamaron Fireman.
Fireman era una persona que tenia un cuerpo compuesto de piedras de
lava ardiente y uno de sus poderes era
arrojar bolas de fuego, que lo utilizaba para defenderse. Cuando el niño se
enojaba no lograba controlar sus poderes,
esto lo perjudicaba con sus amigos, los que lo dejaban solo, a pesar de que
quieran estar con él.
Cuando su madre vio lo que sucedía, preparó
un ungüento para evitar que de su cuerpo salgan llamas en el momento de
enojarse.
Transcurrido el tiempo, Fireman se
convierte en adolescente, era más alto, hábil, fuerte y no se descontrolaba al
molestarse.
Un día mientras practicaba con lava,
accidentalmente quemó el trono de su padre. Cuando el dios del infierno
descubre lo que su hijo hizo, fue tanto su enojo que Fireman tuvo que escapar.
Se refugió en un escondite secreto que diseñó cuando era niño. Desde ese lugar
sabrá lo que pasaba en su casa pero no podrá acercarse a ella.
Comenzó a entristecerse por lo sucedido y a
pensar como podía hacer para que su padre lo perdonara. Se le ocurrió que una
manera sería ayudar a quien lo necesite, ser un súper héroe.
Entonces eligió su ropa pero todo lo que se
ponía se quemaba. Lo único que resistió fue un pantalón que le regalaron sus
padres cuando era pequeño.
Fireman debía cuidarse de no mojarse,
porque de esa manera se debilitaría y sería fácil vencerlo.
El padre enterado de las acciones que su
hijo estaba haciendo, se sintió orgulloso de él y comenzó a buscarlo. Esto le
causó alegría a su madre que lo extrañaba.
Una noche, Fireman pasaba por su casa, como
lo hacía siempre en secreto. Vio que unos ladrones querían entrar a su casa y
se enfrentaron. Los malechores le arrojaron agua para vencerlo. Fue en ese
momento que su padre lo defendió y juntos los atraparon.
Desde entonces hicieron las paces y
prometieron conversar cada vez que tenía problemas.
Realizado por : Felipe Cersosimo.